¿A quién le creemos? Sheinbaum niega el terrorismo, pero en Veracruz los jueces del acordeón lo usan para encarcelar periodistas
>>La narrativa oficial se cae a pedazos ante el cinismo de las autoridades.
>>Claudia Sheinbaum dice: “En México no hay terrorismo”, ignorando el coche bomba en Michoacán que dejó 5 muertos, 7 heridos y destrucción total a 300 metros a la redonda.
>>El “Juez del Bienestar” en Veracruz dice: “¡Sí existe!”, pero solo para fabricar delitos contra quienes incomodan al poder.
Xalapa, Veracruz | 25 de Diciembre del 2025 | Grupo GHOAM
La retórica oficial en México se ha convertido en un ejercicio de cinismo puro.
Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y la gobernadora Rocío Nahle se llenan la boca en sus discursos demagógicos asegurando que en este país existe una “plena libertad de expresión”, la realidad en los juzgados de Veracruz cuenta una historia de persecución, miedo y fabricación de delitos.
La contradicción es un insulto a la inteligencia ciudadana.
El pasado 6 de diciembre mientras la Presidenta Celebraba los 7 años de la 4T en el zócalo capitalino, el país se estremeció con la explosión de un coche bomba en Michoacán que dejó 5 muertos, 7 heridos y daños en más de 300 metros a la redonda. Para Sheinbaum, aquello no fue terrorismo; fue, acaso, un incidente menor que no encaja en su narrativa de pacificación.
Sin embargo, para la justicia veracruzana, el “terrorismo” sí existe, pero solo cuando se trata de silenciar a quienes incomodan al poder.
¿Quién miente? ¿Miente la Presidenta para proteger su imagen política, o mienten los jueces de Veracruz para encarcelar inocentes? El brazo ejecutor de esta incongruencia tiene nombre y apellido: José G. Nucamendi, un juez que personifica la decadencia del sistema judicial actual.
Nucamendi no llegó al cargo por una trayectoria impecable, sino como uno de esos “Jueces del Bienestar”, producto de la tómbola y el “acordeón”; un juzgador a modo, electo sin rigor académico, listo para obedecer consignas. Es bajo su firma y en coordinación con la Fiscalía General del Estado de Veracruz que se fabrican carpetas de investigación que parecen más guiones de ficción que expedientes legales.
El uso faccioso de este sistema ha encontrado un nuevo objetivo: el periodista Lafita León, detenido arbitrariamente en Coatzacoalcos, y durante la administración de Cuitláhuac García Jiménez, el Activista Anticorrupción de Las Choapas, Don Víctor Pérez Guerrero, lider de la Resistencia Ciudadana Nacional.
A ambos se les pretende refundir en prisión bajo cargos de “terrorismo” y “daños a las instituciones de Seguridad Pública”, una estrategia que no es más que el cadáver del delito de ultrajes a la autoridad resucitado y maquillado para la represión.
Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Veracruz Es alarmante que el nuevo gobierno de Veracruz, bajo el cobijo de la misma bandera federal, continúe con las tácticas que marcaron el periodo de Cuitláhuac García.
El mensaje es claro: si eres un criminal con un coche bomba, el Estado niega que seas terrorista; pero si eres un periodista o activista que denuncia la corrupción, el “Juez del Bienestar” te etiqueta como el peor de los delincuentes.
Sheinbaum y Nahle pregonan libertad, pero sus instituciones fabrican expedientes.
Hablan de democracia, pero avalan a jueces sin carrera judicial que ejecutan órdenes políticas desde el banquillo.
¡No nos engañen! No hay libertad de expresión cuando el costo de informar es una celda.
Los Activistas de Resistencia Veracruzana ¡Exigimos justicia y libertad inmediata para Lafita León y Don Víctor Pérez Guerrero!.
En un México donde se minimiza la tragedia de los explosivos reales, es criminal que se invente un terrorismo jurídico para amordazar a los libres comunicadores.












